SAN MARTÍN
La figura de este gran argentino no se agiganta sólo por los
laureles ganados en los campos de batalla, ni por su talla de Libertador de los
países de América, sino por su atrayente personalidad, asociada a los valores
que nuestro país, como nación, siente como propios.
Respetado pero poco comprendido en su época, el tiempo
agigantó su figura y la posteridad le ha brindado un merecido reconocimiento,
gratitud y admiración por su vida desinteresada de ambiciones personales, y
dedicada únicamente a luchar por la libertad y grandeza de nuestro país.
San Martín medía 1,70 m ., no era muy alto; pero impresionaba por
su porte erguido, rostro moreno y tostado por la intemperie, nariz aguileña y
grande, ojos negros e inquietos de mirada clara, de modales esmerados, decían:
dicharachero y familiar, severo y parco, optimista, discreto, profundamente
reservado y caluroso en sus afectos; su voz, cuentan, era ronca.
San Martín no usaba frases grandilocuentes, hablaba con
sencillez, sus órdenes eran precisas y el chiste siempre espontáneo, contaba
Mitre.
Recordamos a nuestro prócer, a un hombre leal que no
prometía lo que no podía cumplir: decir la verdad, cumplir el deber y respetar
la palabra empeñada, fueron las tres reglas básicas de su vida.
Sus restos descansan en la Catedral de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires.
Algunas de las actividades realizadas en las sedes hospitalarias...
En esta ocasión los alumnos, padres, personal del hospital y de la escuela hospitalaria realizaron retratos San Martín, uno de los próceres más emblemáticos de nuestra historia.
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Retrato de personal docente. |
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Retrato de personal del hospital. |
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.Retrato de alumno hospitalario. |
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Retrato de alumna hospitalaria. |
Gracias a todos por la predisposición para los trabajos. ¡¡Hermosos retratos!!
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